Todo lo que te voy a contar es mi experiencia, no soy médico y te cuento en primera persona lo que a mí me ha funcionado. Así que léelo y actúa bajo tu responsabilidad.

Quizás sea un poco largo, pero es muy importante que entiendas que te pasa para poder actuar en consecuencia. Al final te voy a pasar contactos que te van a ayudar.

A mí me diagnosticaron artritis psoriásica a los 39 años, ahora tengo 53 y no tomo ningún tipo de medicación y hago vida normal. No es que se me haya curado, pero no tengo ningún síntoma. Es como si la enfermedad estuviese latente sin dar la lata.

Estuve durante años francamente mal, me levantaba con muchísimo dolor y entumecido, no me apetecía andar ni hacer nada, no me podía poner un jersey ni afeitarme porque me dolía el hombro y no podía levantar el brazo. Andar era un martirio porque la sensación era como si caminase sobre cristales.

La artritis al igual que la colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, espondilitis anquilosante, etc.., es una enfermedad inflamatoria y tiene mucho que ver con el intestino. Son enfermedades inflamatorias intestinales. Aunque la mayoría de los médicos no incluyen la artritis ahí.

Yo tomé metotrexato, antiinflamatorios e incluso corticoides, pero me sentaban fatal y me restaban mucho más que me sumaban, es verdad que te quitan el dolor, pero el precio que pagaba no me compensaba, y emocionalmente me dejaron muy tocado. Así que estuve durante años visitando médicos que me fueron ayudando poco a poco y que trataban la enfermedad desde la causa y no desde el síntoma.

Te cuento mis conclusiones:

Lo más importante es tener el intestino sano. Hay 3 alteraciones básicas del intestino. 

1. La primera es la disbiosis, o desequilibrio de la microbiota intestinal. La tiene muchísima gente. Es el desequilibrio en la proporción de bacterias “buenas” y “malas” en el intestino. Este desequilibrio puede comprometer la función inmune y exacerbar la inflamación sistémica. Hay que corregir esto, ahora te digo cómo.

2. La segunda se llama SIBO o sobrecrecimiento bacteriano. Ocurre cuando hay un exceso de bacterias en el intestino delgado, alterando la digestión y la absorción de nutrientes. También mucha gente sufre de SIBO y no lo sabe.

3. Existe una tercera patología relacionada con el intestino que se llama intestino hiperpermeable, que es literalmente «agujeros» en el intestino. Se produce porque las células del intestino que se llaman enterocitos están demasiado separadas y por ahí pasan sustancias y microorganismos al torrente sanguíneo y se produce la inflamación.

Los síntomas asociados a estas patologías incluyen hinchazón abdominal, alteraciones en la frecuencia de las deposiciones, digestiones pesadas, cansancio crónico, cefaleas, dolores articulares, dificultades para perder peso e intolerancias alimentarias.

Todo esto se diagnostica primero con una buena historia clínica, charlando un buen rato con el médico sobre tus síntomas y tu estilo de vida. Luego, se puede confirmar con un buen análisis de heces, para que vean cómo está tu microbiota y otras cosas importantes de tu aparato digestivo. En mi momento más crítico de la enfermedad me hicieron muchos análisis y siempre me decían lo mismo: “estás perfecto» pero yo me moría de dolor, el problema, que nadie pensó en mi intestino, y en los análisis normales no había pistas sobre cómo estaban mis bacterias y la salud de mi microbiota.

¿Qué tienes que hacer?

Lo primero es hacerte responsable de tu enfermedad y no responsabilizar a los médicos. Te digo esto porque hay muchas cosas que están en tu mano y dependen de ti que van a hacer que mejores mucho tu enfermedad.

El estrés influye muchísimo en la enfermedad, así que cuida mucho tu higiene de sueño, duerme entre 7 y 8 horas por lo menos. Sé que puede parecer una perogrullada, pero no te tomes la vida demasiado en serio. Nada es para tanto.

Haz deporte regularmente, si no puedes al menos anda 10.000 pasos todos los días. Te va a ayudar muchísimo.

Y ahora llegamos a la parte importante, la alimentación. En estas enfermedades hay dos factores importantísimos, por un lado, está todo lo que agrede a tu intestino y por otro lado todo lo que le cura, por mucho que te recomiende probióticos, y médicos, si no dejas de agredir tu intestino no vas a avanzar en tu enfermedad.

El cambio de alimentación es costoso, pero es el mejor paso que yo he dado en mi vida y te aseguro que merece la pena.

Te cuento las 3 cosas que más agreden a tu intestino: el gluten, el azúcar y la leche. Tienes que tomártelo muy en serio y no saltarte ni un día, al menos hasta que vuelvas a tener un estado óptimo. Cuando te recuperes si un día puntual tomas un postre no te va a pasar nada, pero al principio ponte muy en serio porque si no, no vas a avanzar en la recuperación.

Empiezo por el azúcar. Es directamente veneno y yo la evito al máximo. Mira bien los envases, ponen azúcar en todo, fíjate donde pone «Hidratos de carbono, de los cuales azúcares…» te sorprenderás. lo ponen en los cereales, las mayonesas, los yogures naturales, y en prácticamente todo. Yo como mucho compro cosas que no lleven más de un 5% de azúcar.

Todo lo que tenga alcohol también es azúcar. Lo mejor es beber agua y solo agua.

Los edulcorantes son casi peores para tu microbiota. Así que yo endulzo con dátiles, no muchos, xilitol y a veces Stevia natural, pero en realidad me he acostumbrado a no endulzar casi nada. Tomo café y té sin azúcar. Una vez que quitas el azúcar dejas de echarlo de menos, es como si tus bacterias y tu cerebro se acostumbraran. Probablemente quitarse el azúcar es de los pasos más costosos, hay gente que tiene verdadero «mono» y les cuesta desengancharse. Esto se debe a que tus bacterias están acostumbradas a que les des azúcar y te lo piden.

La conexión entre el intestino y el cerebro, conocida como el eje intestino-cerebro, es un sistema de comunicación bidireccional que implica interacciones entre el sistema nervioso central (CNS), el sistema nervioso entérico (que regula el intestino), el sistema inmunitario y el sistema endocrino. Uno de los principales componentes de esta conexión es el nervio vago, una estructura clave que transporta señales entre ambos órganos.

Yo tenía muchísimos cambios de ánimo. Me llamaban sol y sombra, de repente estaba contento y de repente me cabreaba muchísimo. En cuanto recuperé mi equilibrio intestinal mi estado de ánimo se suavizó muchísimo. Ya no tenía esos altibajos. Eso se debe a la serotonina, casi toda se genera en el intestino. Si estás mal a nivel intestinal, tu estado de ánimo se ve alterado por completo.

En cuanto a la leche si la evitas mejor que mejor, el problema de la lactosa es que la mayoría somos intolerantes en la edad adulta, ya que dejamos de producir lactasa, y además la leche tiene caseína que es muy inflamatoria. Así que es interesante disminuir o evitar los lácteos. 

En cuanto a los yogures son más «digestivos» porque están fermentados. Si comes que no tengan azúcar, ya verás lo difícil que es encontrarlos sin azúcar. 

El queso es mejor que tomes de animales pequeños, cabra y oveja. En cualquier caso, intenta no comer mucho, tu intestino te lo agradecerá.

Y vamos con el gluten, que es un tema delicado. No conozco a nadie que no le haya ido bien quitándose el gluten. El 100% dicen que se les deshincha la tripa, que adelgazan muchísimo, y sobre todo que se les quita la niebla mental que tenían, o sea, esos días que no das pie con bola y se te olvidan las cosas.

Ojo con los productos «sin gluten» porque a veces es peor el remedio que la enfermedad. Tienen muchísima azúcar, grasas malas y almidones.

Si sospechas que podrías ser celíaco o tener intolerancia al gluten, es fundamental confirmar el diagnóstico mediante pruebas médicas adecuadas. Es importante destacar que, si eliminas el gluten de tu dieta antes de realizar estas pruebas, los resultados podrían no ser concluyentes, ya que la exposición al gluten es necesaria para detectar los marcadores específicos en sangre o mediante biopsias intestinales.

Por lo tanto, te recomiendo que, antes de hacer cambios en tu alimentación, consultes con un médico o un especialista en gastroenterología para realizar los análisis correspondientes. Si decides probar una dieta sin gluten sin confirmar el diagnóstico, ten en cuenta que podrías perder información valiosa sobre tu estado de salud. Si te hacen pruebas y te dicen que no eres celíaco, igualmente puedes perfectamente probar con la dieta.

Si estás decidido y te da igual lo que digan los análisis pues prueba y punto. Eso sí, si te decides, lo tienes que hacer estricto.

El gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada y el centeno, no es un nutriente esencial para la salud humana, lo que significa que puede eliminarse de la dieta sin causar deficiencias nutricionales siempre que esta sea equilibrada.

Existen estudios que han explorado los efectos del gluten en la población general, pero los resultados son diversos:

        •        Algunos sugieren que el gluten puede contribuir a síntomas digestivos o inflamatorios en ciertas personas sensibles, incluso sin ser celíacas.

        •        Otros señalan que eliminar el gluten sin una necesidad clínica puede limitar la variedad de la dieta, dificultando la obtención de ciertos nutrientes. Sin embargo, eliminar sólo (en la práctica) el trigo no tiene por qué limitar la variedad de la dieta. Eso sí, no compres ultraprocesados sin gluten, que son igual de malos o peores que los que llevan gluten. 

Este es un tema muy polémico, lo mejor es que pruebes contigo mismo/a..

En general el mejor consejo para la comida es «más mercado y menos supermercado», o sea, come comida real. Como comería tu abuela, que no compraban nada envasado. Solo alimentos y punto. Nada de envasados. Por supuesto huye de ultra procesados, fritos, etc…

Si haces esto vas a bajar tu inflamación muchísimo y lo vas a notar rápidamente.

Procura no beber mucho café y té. Estresan bastante, aunque uno al día no pasa nada.

No abuses de la carne roja y si tomas que sea de calidad.

Tim Spector que es uno de los mayores expertos en microbiota a nivel mundial dice que lo mejor para tu microbiota es comer muchos tipos de alimentos distintos, cuanta más variedad mejor, más hortalizas y alimentos vegetales en general y meterse un buen filete de vez en cuando para la vitamina B12. Ya, si comes vísceras, mejor aún: el hígado es el mejor superalimento, el que más nutrientes contiene.

En cuanto a suplementos yo tomo Vitamina D3,Magnesio, Vitamina C y Omega-3 del laboratorio Kiroot, los puedes encontrar en la web nutribiotica.es, son dos suplementos fundamentales. También probióticos, ahora te digo cuáles y dónde conseguirlos.

Existen estudios científicos que han explorado la relación entre la vitamina D y la respuesta inmune, incluyendo su posible papel en la protección frente a infecciones respiratorias, como el COVID-19. La vitamina D desempeña un rol importante en la modulación del sistema inmunitario, ayudando a regular tanto la respuesta inflamatoria como la defensa contra patógenos. Para información más detallada y actualizada, consulta fuentes confiables como publicaciones científicas revisadas por pares o recomendaciones de organismos oficiales como la OMS o el Ministerio de Sanidad.

En el caso de los suplementos de Omega-3, es fundamental prestar atención a la calidad del producto. Los aspectos más importantes a considerar son los siguientes:

        1.        Fuente de origen: Es preferible que el Omega-3 provenga de pescados pequeños, como sardinas, anchoas o caballa. Estos peces tienden a acumular menos contaminantes como metales pesados (mercurio), lo que garantiza un aceite más puro.

        2.        Formato bioactivo (triglicéridos o TG): Es crucial que el Omega-3 esté en su formato de triglicéridos naturales (TG) y no en forma de ésteres etílicos (EE). El formato TG tiene una mayor biodisponibilidad, lo que significa que el cuerpo lo absorbe y utiliza de manera más eficiente. Esta información debe aparecer claramente en la etiqueta del producto.

Te paso los contactos de gente que creo que te pueden ayudar en tu camino para recuperar tu salud.

Raquel Neira y Vito Di Lorenzo.

Son los dueños de Nutribiótica, una empresa viguesa puente entre la innovación científica y el bienestar humano. Entre otros, distribuyen los que para mí son los mejores probióticos con diferencia. Son del laboratorio italiano Bromatech. 

Vito tenía colitis ulcerosa. Descubrió los probióticos en Italia y literalmente le salvaron la vida. Ahora está perfecto y te puede hablar de ellos en primera persona.

Raquel tiene tiroiditis de Hashimoto, comúnmente conocida como hipotiroidismo y no padece ningún síntoma ni toma ninguna medicación gracias a su cambio de alimentación y probióticos.

Te recomiendo hablar con ellos, son super profesionales y grandes personas.

Ellos te reconducirán a algún profesional médico para que vea tu caso y te mandan directamente los probióticos a tu casa. 

El email de Vito es dilorenzo@nutribiotica.es

Antes de escribirles te recomiendo que hagas este cuestionario para evaluar tu salud intestinal, te paso el enlace

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Te dejo además aquí una guía que puedes descargar con consejos de alimentación.

Espero haberte ayudado con esta información. Un saludo